domingo, 21 de febrero de 2021

EL RECLAMISTA, con mayúscula.

Son muchos, muchísimos los puestos que damos donde nuestra jaula no hizo la faena bien para tirarle a la campesina o al contrario, que nuestro reclamo está muy bien y el campo no está diciendo en pelea nada a nuestro reclamo y tampoco se le tira. Es una pena que haya gente que no le haga las cosas bien a su pájaro y les tira incluso sin pelea en plaza, son como abogados de malas causas. La verdad es que, estos personajes en minoría que hacen las cosas contra natura, son los responsables de la opinión sesgada y discriminatoria que nos tienen a los reclamistas, no sólo los no aficionados, sino también cazadores que practican otras modalidades de caza, y que no se corresponden con el reclamo, sobre el correcto y verdadero procedimiento que rigen los cánones de caza de la perdiz en plaza.





Pienso que es una modalidad en la que a los principiantes se les debería dar un “curso de iniciación” por algún reclamista bueno, un folleto con las bases principales de la caza de la modalidad de perdiz con Reclamo (que se está confeccionando), como por ejemplo, la perdiz en plaza se debe tirar, ojo, siempre que exista pelea mutua, entre otras bases, muchas las exponen compañeros en forma de consejos o decálogos que se encuentran fácilmente en internet. Adjunto un decálogo que encontré hace tiempo en la web de la Unión Pontanense de Caza.




Para iniciarse, más vale saliva de veterano que betún de quinto. No todos nos hemos iniciado con un maestro de los buenos, una persona que no busque carne en su salidas, un jaulero que transmita la verdadera esencia (que para esta y para todas las modalidades de caza, no es el matar si no el lance que nos permite matar, no se caza para matar, se mata por haber cazado) y rigor de la caza de perdiz con reclamo. 


Cuando alguien, cualquier persona que ejerza la caza de la perdiz con Reclamo, te cuenta lo sucedido en el puesto de una jornada de cuelga, normalmente ya no hace falta haber visto la faena para saber si es un cuquillero o no es un cuquillero de verdad. En pleito claro no es menester letrado.


Hablando claro, el problema es que a esos personajes que ni tan siquiera le deberíamos decir Cazadores, son difíciles de controlar, son puros escopeteros, los ven venir y les disparan. Son gente que no les cuaja un pájaro bueno. 




Al reclamista de verdad lo conocerán entre otras cosas porque hay veces que los encuentras en la calle volviendo a casa o incluso en el bar pero no se alardea de pájaros matados, porque una faena puede durar minutos o puede durar horas, nada tiene que ver que en la duración de un puesto esté la manera correcta de culminar una faena. A quién aún no ha entendido de qué va esto o no se lo explicaron bien, normalmente son los primeros que están en el bar para alardear de pájaros cobrados y no de buenas faenas de sus reclamos.




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