La degradación del medio ambiente y el declive de animales en el campo es un tema que preocupa (o debería) cada vez más a la sociedad. La intensificación del laboreo y el abuso de fitosanitarios son dos de los principales factores que están contribuyendo a esta problemática, y es necesario tomar medidas para revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde.
La intensificación del laboreo es un proceso que ha venido ocurriendo en las últimas décadas, impulsado por la necesidad de aumentar la producción de alimentos para hacer frente al tremendo crecimiento demográfico. Esta intensificación ha llevado a la eliminación de linderos, de monte bajo, de cubierta vegetal, de setos, árboles y otros elementos del paisaje que son fundamentales para la biodiversidad, y ha provocado una simplificación de los ecosistemas agrícolas.
Esta simplificación ha hecho que muchas especies animales que dependen de estos elementos del paisaje para su supervivencia se encuentren en declive. Por ejemplo, la casi extinción de las poblaciones de aves insectívoras en los campos agrícolas es un fenómeno que se ha observado en todo el mundo. Estas aves se alimentan de insectos que se encuentran en los linderos, los árboles etc…, y su desaparición puede tener consecuencias graves para el equilibrio ecológico.
Además, la intensificación del laboreo ha llevado a la utilización de maquinaria pesada y otros sistemas de cultivo que provocan una compactación del suelo, erosión y por ende una disminución de la materia orgánica. Esto hace que el suelo sea menos fértil y que se requiera una mayor cantidad de fertilizantes y otros productos químicos para obtener los mismos rendimientos.
El abuso de fitosanitarios es otro de los factores que está contribuyendo a la degradación del medio ambiente y el declive de animales en el campo. Estos productos químicos se utilizan para controlar las plagas y las enfermedades de los cultivos, pero su uso excesivo puede tener consecuencias graves para la salud humana y el medio ambiente.
Por un lado, los fitosanitarios pueden contaminar (y lo están haciendo) el suelo y el agua, y afectar a la biodiversidad de los ecosistemas agrícolas. Por otro lado, su uso excesivo puede provocar la aparición de resistencias en las plagas y enfermedades, lo que hace necesario el uso de productos cada vez más potentes y peligrosos.
Además, los fitosanitarios están teniendo efectos negativos sobre la fauna que habita en los campos agrícolas. Por ejemplo, el uso de insecticidas puede afectar a las poblaciones de abejas y otros insectos polinizadores, lo que puede tener consecuencias graves para la producción de alimentos.
En definitiva, la degradación del medio ambiente y el declive de animales en el campo son dos problemas interrelacionados que requieren de medidas urgentes para ser solucionados.
Desde la Federación Andaluza de caza lo llevamos transmitiendo y advirtiendo a los diferentes partidos políticos. Es necesario y urgente tomar determinadas medidas para abordar y solucionar esta problemática.
¿Pero cuáles? En mi opinión;
- Fomentar la agricultura sostenible. Esto implica recuperar elementos del paisaje como linderos y arboleda, y la utilización de técnicas de cultivo que respeten la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
- Promover el uso de técnicas de control biológico de plagas y enfermedades, y fomentar el uso de productos fitosanitarios menos agresivos y más específicos.
- Desarrollo de técnicas de cultivo que permitan mejorar la fertilidad del suelo.
- Promover la formación y la sensibilización en agricultores y sociedad en general sobre la importancia de los ecosistemas agrícolas para la biodiversidad y el papel crucial que desempeñan en la producción de alimentos saludables y sostenibles.
- Implementar políticas y medidas que fomenten la transición hacia una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
- Todo esto será posible con la unión de agricultores, científicos, empresas, administraciones públicas y la sociedad en general.
En conclusión, la degradación del medio ambiente y el declive de animales en el campo son problemas que requieren de la atención y el compromiso de toda la sociedad. Es necesario tomar medidas urgentes para reducir la intensificación del laboreo y el abuso de fitosanitarios, fomentar la agricultura sostenible y respetuosa con la biodiversidad, y promover la investigación y el desarrollo de técnicas y productos más respetuosos con el medio ambiente. Solo así podremos garantizar una producción de alimentos saludables y sostenibles, proteger la biodiversidad y el equilibrio ecológico de los ecosistemas agrícolas, y asegurar un futuro sostenible para todos.
En mi opinión, permítanme que os cuente la realidad… en un mundo donde siete de cada diez agricultores dependen de las multinacionales agroquímicas será complicado que el compromiso de la sociedad en general sirva de algo cuando las multinacionales son las que mandan en “este deteriorado mundo”.