viernes, 17 de diciembre de 2021

Come Caza, Come Sano

El nutrirse es una necesidad para sobrevivir y el alimentarse correctamente nos servirá para gozar de buena salud. Esto puede sonar a perogrullada pero es que con las cosas de comer no se juega. Hay alimentos que por su complicada accesibilidad a ellos, por el miedo a sabores “nuevos” o por el desconocimiento de sus propiedades, no se suelen tener presentes en el menú semanal de la sociedad en general. Es el consumo de la carne de caza uno de estos alimentos que por motivos ideológicos por el cómo se consigue, estéticos por la labor de despiece en casa, de acceso por no tener quién te de, donde comprar o de prejuicio por desconocimiento, os voy a explicar de manera breve pero espero os resulte diáfana cada una de estas cuestiones. 




Si usted se pregunta sobre si la carne de un animal que vivía en el campo libremente es ético comerla y si perjudica al medio ambiente el extraer ese animal de él. Puede tener la seguridad y el convencimiento de que esa carne, que se consigue directamente donada por cazador (no tenga reparo en pedirla que seguramente le dará muy gustosamente) o comprada en tiendas a las que un proveedor comercial les hizo llegar, es conseguida mediante la caza legalmente regulada y reglada, usted está consumiendo un animal que al extraerlo ayuda a conservar esa población determinada en un número de animales adecuado dentro de un ecosistema que ayudará a proteger la flora, los cultivos y otras poblaciones de especies que no se cazan. 

A diferencia de la carne procesada que se adquiere de animales de granja, la que proviene de la caza tiene infinidad de beneficios. Por ejemplo es natural, tiene un sabor extraordinario, es más magra que la de granja al estar en permanente movimiento, no fue alimentada con piensos tratados y carece de tratamiento de hormonas. Es muy saludable, además de ser baja de colesterol y un aporte buenísimo de vitaminas, hierro, etc.. no lleva química alguna para dar color ni conservantes, tampoco antibióticos ni nada que perjudique a la salud. Es totalmente sana.

Cuando visite un restaurante en zonas rurales, en sus menús o cartas tendrá presente la caza. Animales salvajes como el jabalí, el ciervo, la torcaz, el conejo, el zorzal o la liebre. Puede ser que incluso le pique el gusanillo de la caza. Si le pasa no se sorprenda, somos como somos por la caza, somos descendientes de cazadores. Si no es cazador/a y quiere adentrarse en el mundo cinegético le aseguro que puede experimentar algo extraordinario. La verdad es que no entiendo la caza de otra manera, yo como lo que cazo. 

 

Esto lo expreso en un libro dedicado al aprovechamiento culinario de la carne de caza. “Las personas que comen lo que han cazado, pueden llegar a tener la enorme satisfacción de dar un significado pleno al esfuerzo o estrategia que requiere conseguir cazar un animal. Porque cuando lo consumimos tras haber ejercido éticamente el rito de la caza, le estamos dando un sentido a su muerte, nos proporciona nutrientes esenciales, nos genera vida en su amplio sentido de la palabra, como manera de mantenernos sanos y como actitud de querer seguir afrontando el destino. Y entonces, cuando eso se cumple, sólo entonces se cierra círculo. 

Además es un honor para cualquier persona que practica la actividad cinegética el compartir mesa poniendo en valor y degustando con familiares y amigos cada especie cinegética que se cocina.”  Y añado, porque quien come caza, come sano.

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